Yoni Delgado Clavo negó los hechos.
Las enfermeras laboraron en la etapa más cruda de la pandemia, cuando los casos Covid venían en aumento, el oxígeno era escaso, las familias lloraban sus muertos y cuando nadie se atrevía a trabajar en el Hospital Simón Bolívar de Cajamarca.
Maritza Bazán León, Flormira Vásquez Díaz y Keimer Yesenia Cárdenas Vásquez son tres profesionales que fueron rotadas a establecimientos de salud de la periferia, aun cuando tienen especialidad en emergencia, y se instruyeron en atención de pacientes con coronavirus en el calor de la pandemia.
Según relatan, los problemas iniciaron cuando asumió funciones el médico Yoni Delgado Clavo en reemplazo del Dr. Gilmar Azañedo. “No solo nos hostilizaron, sino que también nos amenazaban constantemente con hacernos informes para sacarnos de nuestro centro laboral”, indicaron a Otra Prensa las licenciadas.
Cuando se negaron a obedecer órdenes que no estaban dentro de sus funciones, como pintar los ambientes del hospital, Yoni Delgado habría arremetido contra ellas. “Para mí es muy fácil agarrar y hacer un informe que ya no necesito el personal de enfermería y simplemente se van a su casa”, exclamó Delgado Clavo, según afirman las denunciantes.
Al ser consultado sobre el tema, el medico indicó que “ellas ya venían demostrando desgano, y falta de compromiso con el trabajo asignado”. De la misma manera, indicó a nuestro medio que no tuvo que ver con la rotación de las enfermeras, debido que los cambios los decide la Red de Salud Cajamarca.
En ese sentido, las licenciadas cuentan que cuando fueron a la Red Cajamarca, el jefe de personal, de nombre Romel, les imputó que ellas tenían “la culpa de ser rotadas porque han molestado al doctor”, en referencia a Yoni Delgado. En ese contexto, el director del nosocomio no aclaró a nuestro medio cómo es que los funcionarios de la Red sabían a quién cambiar y bajó qué sustento técnico debían hacerlo.
Al no encontrar solución, las mujeres acudieron a las oficinas del gerente de Desarrollo Social, Lelio Sáenz Vargas, quien con apoyo de su asesor legal, según cuentan las enfermeras, estudiaron los contratos y concluyeron que se estaban cometiendo abusos. El gerente habría llamado al médico Pedro Cruzado, director regional de Salud, para ponerlo en aviso, y éste habría referido “que ya le había dicho a Yoni [Delgado Clavo] que no puede cogerse así de las licenciadas”.
Para tratar de solucionar el caso, Cruzado habría citado a Yoni Delgado para reunirse con las tres afectadas, y a pesar que fue hasta las instalaciones de la Diresa, decidió no ingresar a la reunión argumentando que “no tiene nada que hablar con ellas, que ya todo estaba zanjado”.
El médico ha negado todo lo atribuido, e incluso cuando se le consultó por qué tienen trabajando a una enfermera en un puesto de salud donde la demanda de pacientes es más baja que en el Hospital Simón Bolívar, refirió que desconocía el tema porque no decidió el cambio.